Refuge des Drayères sur Nevache

Realmente disfrutamos de nuestra una noche en el refugio. A la llegada el personal no era particularmente acogedor, pero todo estaba bien. Se habían quedado sin cerveza de barril y vino blanco, lo que no era genial. La comida era buena y el ambiente genial una vez que un grupo holandés comenzó a cantar alrededor de una guitarra nos hizo participar a nosotros y a otros también en el canto. El desayuno era promedio, pero los almuerzos para llevar eran encantadores y muy sustanciales, con una encantadora ensalada de cuscús / sándwich / fruta y aperitivos. Las vistas desde el albergue son fantásticas hacia Névache. El equipo que dirige el albergue eran buenos, especialmente la señora holandesa que dirige el lugar. Las habitaciones estaban bien, pero de nuevo nada que no esperábamos. Para un albergue tan grande las instalaciones de baño no eran suficientes. 2 aseos dentro y 1 fuera. Las duchas no estaban en uso. En general una buena experiencia